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Fundación CARF

4 febrero, 22

Carlos, sacerdote salvadoreño y las necesidades apostólicas de su país

Carlos Bladimir Corado Hernández es un sacerdote de la diócesis de Santa Ana, El Salvador. Tiene 31 años y fue ordenado el 7 enero de 2017. Desde el año 2011 hasta 2016, fue antiguo alumno del Seminario Internacional Bidasoa. Ahora ha vuelto a la Universidad de Pamplona para completar su licenciatura en Teología Dogmática.

Antiguo alumno de Bidasoa

Carlos Bladimir Corado Hernández es un sacerdote de la diócesis de Santa Ana, El Salvador. Tiene 31 años y fue ordenado el 7 enero de 2017. Desde el año 2011 hasta 2016, fue antiguo alumno del Seminario Internacional Bidasoa. Ahora ha vuelto a la Universidad de Pamplona para completar su licenciatura en Teología Dogmática.

Cuando regresó a su diócesis, fue nombrado Vicario parroquial de la parroquia de Santísimo Redentor por el Calvario en Ahuachapán y durante tres años acompañó a muchas personas con su ministerio y la formación a laicos. Además, fue profesor en una escuela católica y colaboró como profesor en el Seminario San Juan XXIII de su diócesis.

Necesidades de El Salvador 

Carlos, sacerdote salvadoreño, ha conversado con CARF para conocer algunos aspectos de su misión como sacerdote y las necesidades de su país.

 ¿Cuáles son las necesidades apostólicas más importantes de El Salvador? 

El Salvador es un país muy pequeño territorialmente, envuelto en una gran historia y grandes conflictos. Hace unos días hemos celebrado el 30 aniversario de los acuerdos de paz con lo que finalizó esa guerra que desoló al país. Esa parte dolorosa de nuestra historia ha provocado heridas psicológicas y de pobreza. Por eso, creo que una de las necesidades apostólicas más importantes que tiene nuestro país es trabajar con la juventud y también la formación.

A raíz de la guerra, los jóvenes muchas veces no encuentran hoy en día oportunidades para salir adelante y esto implica que esta juventud busque caminos no adecuados para solventar sus problemas. La Iglesia necesita apostar por los jóvenes, por su formación humana y cristiana, que es una etapa difícil y hay que poner buenas bases para tener buenos ciudadanos. Si hay personas buenas, el país será mejor. Como decía Benedicto XVI, si no hay justos, tampoco habrá justicia. Necesitamos jóvenes con buenos valores.

Disminuye el catolicismo 

Las últimas informaciones confirman que el protestantismo ha superado al catolicismo en El Salvador, y es una constante que está sucediendo en toda América Latina….

América Latina tiene la peculiaridad de la presencia masiva de las sectas asociadas al protestantismo. Es cierto, el catolicismo está descendiendo en nuestro país por varias razones. En primer lugar, es El Salvador y en general nuestros países latinoamericanos vivimos una fe más sencilla que no busca tantas razones para creer, una fe que vive del encuentro y de la relación. En este sentido, la gente busca en su relación con Dios, esa sencillez que a veces no se entiende bien. La gente busca una experiencia más profunda, una experiencia más sentimental de ese encuentro con el Señor, y a veces esto se malinterpreta y en ocasiones se cae en el sentimentalismo. Algunas sectas ofrecen estas experiencias.

La segunda razón es que, unido a esto, uno de los retos que tenemos es la formación de la gente. He conocido a personas que se han ido de la Iglesia porque pensaban que nuestra fe ofrece creencias erróneas. Por ejemplo, los protestantes nos llaman idólatras por rezar frente a imágenes de santos. Por esta razón, la gente necesita formarse. Es un reto para la Iglesia en El Salvador: ayudar a la gente a comprender más su fe católica para que tengan un encuentro vivo con el Señor.

Carlos Corado con compañeros de Bidasoa

Carlos Bladimir Corado Hernández es un sacerdote de la diócesis de Santa Ana, El Salvador. Tiene 31 años y fue ordenado el 7 enero de 2017. Desde el año 2011 hasta 2016, fue antiguo alumno del Seminario Internacional Bidasoa. Ahora ha vuelto a la Universidad de Pamplona para completar su licenciatura en Teología Dogmática.

En la imagen, una misa que los antiguos alumnos de Bidasoa de El Salvador ofrecieron por D. Juan Antonio Gil Tamayo, formador del Seminario Internacional y muy querido por todos, que falleció recientemente.

Unidad de los cristianos

¿Hay buenas sintonías en El Salvador entre protestantes y católicos? 

Tengo familiares que son protestantes. No obstante, no somos muy dados a crear diálogos fructíferos en nuestros ambientes. Esta es quizás una tarea pendiente para la unidad de los cristianos y para fortalecer esas relaciones de cara a alcanzar esa unidad que el Señor quiere, que todos sean uno.

Sínodo de los obispos 

Sobre el Sínodo de los obispos y la sinodalidad ¿Qué necesita El Salvador en este sentido? 

Lo que necesitamos es escuchar a la gente, que es lo que el Papa nos ha dicho. Escucharnos lo unos a los otros. Los pastores debemos escuchar a las personas y sus necesidades espirituales. Necesitamos también escuchar a los laicos. Y también necesitamos escucharnos entre los pastores y los obispos y atender las necesidades que los sacerdotes y obispos tenemos. ¿Por qué se han dado tantos escándalos en la Iglesia? Quizás nos hemos descuidado entre los sacerdotes.

"Creo que una de las necesidades apostólicas más importantes que tiene nuestro país es trabajar con la juventud y también la formación"

Beatificación de cuatro mártires

Acaban de beatificar a 4 mártires de la guerra salvadoreña, que se unen a San Oscar Romero. ¿Cómo se ha vivido este acontecimiento? 

Ha sido un momento histórico, de alegría y nos llena de fortaleza. Tenemos un gran desconocimiento de esas personas y los católicos debemos conocer a nuestros santos. Que esta beatificación sirva también para reconciliarnos entre todos nosotros, los salvadoreños.

Para los amigos de CARF  

 ¿Algunas palabras finales para los benefactores y amigos de CARF? 

 Les agradezco muchísimo que pueda contar mi experiencia como sacerdote que ha sido posible por tantos benefactores anónimos que dan de lo que tienen y no de lo que les sobra. Las personas generosas son las que tienen un corazón grande para dar. Y les agradezco la oportunidad que me han dado para poder estudiar en la Universidad de Navarra que así ayudan a la Iglesia y también a mi país, El Salvador. Guardo muy buenos recuerdos de Bidasoa. Le aseguro mi oración y les encomiendo en la Eucaristía.

Marta Santín 

Periodista especializada en información religiosa

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